LA GENTE ME MOTIVA Y ME DICE QUE HAGA MUCHAS PIÑATAS
“No
dejemos perder la tradición de romper una piñata”,
Antonio
Pérez Blas
Uno de los elementos más
típicos de celebración que tenemos en México son las piñatas. Es precisamente
en el mes de diciembre y en el marco de las posadas cuando las podemos apreciar
mejor.
Desde hace 40 años la
familia Blas elabora este arte. - “Es
un negocio familiar, lo inició mi mamá, se llamaba Adolfina Blas. Yo
estaba chico, veía todos los años como ella hacía las piñatas, a mí no me
llamaba la atención en ese momento. Conforme fui creciendo ella me motivó,
siempre me traía al negocio y fue ahí que me di cuenta que me gustaba”.
Antonio Blas nos
platica que sus hermanas mayores y medios hermanos eran quienes le ayudaban a
su mamá. -“Imagínese señorita, éramos 8 hermanos y entre todos colaborábamos para sacar
las piñatas a tiempo, era divertido ayudarla”. -
“En
ese tiempo se hacía 200 piñatas al año”
La familia Blas está
muy orgullosa de pertenecer al Barrio del Carmen, una de las colonias más
conocidas de la capital poblana. Todos los hermanos se criaron en el mercado
Melchor Ocampo, popularmente conocido como “El Carmen”, en donde además de
encontrar frutas y verduras, esté se destaca por vender las mejores piñatas. No
por nada los Blas tienen el reconocimiento de sus clientes y amigos.
Ya que conocemos su
historia, nos ponemos más cómodos para que nos cuenten acerca de las piñatas.
Jane. -
¿Cuántas personas trabajan en la elaboración de las piñatas?
Antonio Blas. -
Por ahora somos mi hermano, mi sobrino y yo. En años anteriores éramos como 20
personas en total. Yo les daba trabajo a personas de la tercera edad y con
capacidades diferentes, por la pandemia este año ya no fue posible darles un
apoyo, no era mucho lo que le pagábamos, pero al menos se ayudaban un poco y se
sentían productivos.
Jane. -
¿Cuántas piñatas elaboran al año?
Antonio Blas. -
Hace un año elaboramos cerca de 2,000
mil piñatas. Ahora con el problema del covid solo hicimos 800.
Jane. -
Y, ¿Cuántas hacen al día?
Antonio Blas. - Como nos vaya pidiendo la gente. Este año
bajo mucho la venta, así que solo me enfoco en lo que la gente me vaya
pidiendo, si me dicen 20, las hago. Hay personas que me llegan a pedir 70
piñatas y se las hacemos. Por ahora, lo estamos manejando de esa forma.
Sinceramente, no me arriesgué este año, por lo mismo de la situación que
estamos pasando.
Jane. -
¿Qué precio tienen sus piñatas?
Antonio Blas. –
La más barata está en $30 pesos, le sigue de $120 pesos, después una de $200
pesos y ya la más grande en $500. Pero se pueden acercar a nosotros, les damos
precio.
Jane. -
¿En qué material se gasta más para elaborar una piñata?
Antonio Blas. -
Antes se gastaba menos, pero ahora ya está caro el material, inclusive el
periódico antes lo comprábamos a $5 pesos el kilo, ahora lo encontramos en $20
pesos.
“Ya no es como antes, hasta conseguir el periódico cuesta porque ya no hay. De hecho, quien sabe si de aquí a un año haya piñatas elaboradas con ese papel”.
Jane. -
Si ya no hay periódico, ¿De qué otro material lo haría?
Antonio Blas. -
Hay muchas formas, me estoy dando ideas. Tengo algo en mente de qué podría
hacerlas, por ejemplo, está el cartón y ahora ya hay mucho tipo de papel en el
mercado, incluso se podría reciclar alguno que otro material.
Jane. -
¿Qué utensilios usa para elaborar la piñata?
Antonio Blas. –
Nosotros usamos el cuchillo, tijeras, rafia para colgar las piñatas, laso,
diurex, engrudo y grapas.
Jane. -
¿Cuáles son los pasos a seguir para diseñar una piñata?
Antonio Blas. –
Primero es el globo, luego que ya está inflado, lo empapelamos todo. Le ponemos
un mecate en donde se cuelga la piñata para que escurra, este
proceso lleva todo un día, pues hacemos 100 así. Al otro día ya empezamos a
decorarla, le ponemos los picos y el papel china y ya están listas para salir a
la venta.
Jane. -
¿Por qué regresa la gente a comprarles sus piñatas?
Antonio Blas. –
Porque saben que uno tiene carisma. La verdad me da gusto, yo en particular la
adorno de diferentes colores. Lo hago con amor para la gente que también vende piñatas.
Me gusta dar precio para que me compren más.
“Los
colores que le ponemos a la piñata son muy alegres y los combinamos. Hago una que
lleva 20 colores, es la que le gusta más a la gente, yo la llamo:
“psicodélica”.
No podríamos imaginar
una posada sin estas coloridas piñatas hechas originalmente de barro, rellenas
de fruta de temporada como tejocote, lima, caña de azúcar, mandarina, naranja,
cacahuates y diversa variedad de dulces.
Antonio Blas nos
comparte que anteriormente todas las piñatas se hacían de barro, pero, aunque
todavía las podemos encontrar en alguna parte de la Republica Mexicana, estás
se venden menos. – “En
ocasiones especiales hacemos las de barro, solo que el cliente nos la pida. Por
seguridad para ti, tus hijos, invitados, con las de barro siempre habrá un
descalabro”. –
Detectaron que con
las de cartón podían trabajar mejor, más rápido y en mayor cantidad.
Como artesano de
piñatas a los Blas le han dado imágenes muy “raras”, sin embargo, todos
colaboran en el diseño para que la piñata salga tal y como la imaginó el
cliente. – “Es emocionante ver la cara de sorpresa de las
personas, cuando dicen que la imagen que les dieron, cobro vida”.
Se dice que esta tradición llegó a México en el año de 1586, cuando los frailes agustinos de Acolman de Nezahualcóyotl, en el estado de México, cerca de la zona arqueológica de Teotihuacán, recibieron la autorización del Papa Sixto V para celebrar las “misas de aguinaldo”, que más tarde se convertirían en las posadas. Fue en esas misas que tuvieron lugar en los días previos a la Navidad que los frailes introdujeron la piñata.
“La
gente no debe perder esta bonita tradición. Las calles y las iglesias se
llenaban de mucha alegría por las posadas. Lo que les puedo decir, como no se
puede salir, es que rompan una piñata en su casa, en compañía de sus seres
queridos para no perder el espíritu de estas fechas”.
Antonio Blas nos
invita a visitar los mercados de todo México. - “Invito a toda la
gente para que recorra todos los mercados, nosotros tenemos precios económicos.
Aquí ustedes pueden encontrar la fruta y dulces para la piñata, todo”. -
“Nosotros
como artesanos esperamos vender como otros años”.
Y mientras Antonio
sigue cortando y pegando papel, nos dice: “A mí me gusta mi
trabajo porque cuando ya se acercan las posadas, comienzo a preparar todo, voy
a comprar mi material. La gente me motiva y me dicen que haga muchas piñatas,
me echan porras, pero, sobre todo; me recuerdan que no pierda la tradición que
me dejaron mis padres, en especial la de mi mamá.
Recordemos que la
piñata representa al mundo con sus engaños y vanidades.
La venda con la que
se cubren los ojos es la fe y la fe es aceptar con confianza total todo lo que
Dios nos enseña.
El palo simboliza la
fuerza de la virtud que rompe falsos y engañosos placeres del mundo, y al
romperse la piñata se derrama la verdad y los dones de la naturaleza que son el
presente a la fe y a la perseverancia.
La piñata de 7 picos
representa los siete pecados capitales que son: ira, gula, envidia, pereza,
avaricia, lujuria y soberbia.
Por eso vamos a
romper, nuestros pecados y la recompensa del cielo vendrá.
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