PANADERÍA "LA GRAN SOFÍA", 30 AÑOS ELABORANDO PAN
Panadería
La Gran Sofía:
“De
este pan también nosotros comemos”
Sin lugar a dudas es la panadería un elemento clave en la formación
de la gastronomía popular mexicana.
De acuerdo con la Cámara
Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA), el consumo per cápita de pan
en México es de 33 kg al año, uno de los más altos en Latinoamérica. Un estudio
de la misma Cámara Nacional a través de la Asociación Nacional de Proveedores Profesionales
de la Industria del Pan, Repostería y Similares (ANPROPAN), revela que los países
que dominan el mercado son: Chile con 96 kg. Y Argentina con 75 kg.
Para conocer más sobre esté oficio, nos adentramos en una pequeña panadería familiar llamada: “La Gran Sofía”, quienes llevan 30 años en la elaboración del pan.
El panadero Josué Hernández
nos platica como elaboran el pan y que dificultades han enfrentado siendo
panaderos.
“Todo inició por mi tío, él tenía una panadería. Empezó vendiendo tortas y después se dedicó a repartir el pan por varias colonias, trazó varias rutas, entre ellas, esta. Por alguna razón decidió repartir todas sus panaderías a sus hijos para que ellos las trabajaran. Así que, sin dudarlo, cada uno agarró su propia ruta y hasta el día de hoy siguen con el negocio del pan”, relató.
Jane. ¿Qué variedad de pan elaboran ustedes?
Josué
Hernández. En nuestra panadería puedes encontrar: El Bigote
de azúcar y untado, la Concha, el Cuerno, el Cerillo, el Chimisclán, el Calvo,
la Corbata, la Canasta, el Cono de Crema, Colchón de coco y granillo, las Donas
rellenas de crema y moka, el Duque, las Empanadas, Galletas de muñequitos, el
Jamoncillo, Limas, el Ombligo, la Oreja, la Peineta, el Nueve, el Rol, el Polvorón,
el Sevillano, el Mil Hojas, el Niño envuelto, el Trébol, el Taco; A veces
también sacamos Apasteladas, Domino o Plancha y pan fino que son: El Baile, el Gusano, el
Panadero y el Tronco. Y en días festivos
la rosca y la hojaldra.
Bigote untado |
Peineta |
Jane. ¿Qué precio
tiene el pan?
Josué
Hernández. El pan en general lo damos en $5.00 pesos, excepto
la dona y el faité que valen $6.00 pesos. Los que llevan crema están en $10.00
pesos como el cono de crema, la empanada y el mil hojas.
Jane. ¿Qué
ingredientes debe llevar un buen pan?
Josué
Hernández. Debe
llevar principalmente la harina,
azúcar, agua, color, huevo, manteca, margarina, vainilla y
un poco de sal.
Jane. ¿Cuántos panes
hacen al día?
Josué
Hernández. Ahora con lo de la pandemia hemos bajado la
producción, pues estamos sacando 800 piezas más o menos, pero antes de la
cuarentena nosotros veníamos haciendo 2000 diarias.
Al día sacamos 210 conchas, 109 polvorones, 90 donas, 87 mantecadas, 80 cuernos y tacos, 60 besos, 49 orejas, 48 planchas y rebanadas, 34 de piedra, 32 tréboles, 30 de bigote y chimisclán, 22 jamoncillos y 15 de calvos y ombligo, por mencionar algunos.
Trébol |
Orejas y Tacos |
Jane. ¿Cuántos
panes caben en una charola?
Josué
Hernández. Depende del pan y su tamaño. El tamaño de las
charolas son 3: La de 12,15 y 16; en el trébol y el cerillo salen 16, en la
concha 15 y el cuerno 12.
Jane. ¿Nos puedes decir con qué utensilios cuenta su panadería?
Josué
Hernández. Amasadora, báscula, brocha, cortadora, cuchillo tipo
cierra, charolas, el globo para sacar los batidos, horno, gas, la maquina revolvedora,
raspador de masa, moldes para darle forma al pan de chimisclán, panque y
mantecada entre otros…
Jane. ¿Qué
horario maneja su panadería?
Josué
Hernández. Nosotros abrimos a las 8 de la
mañana y cerramos a las 10 de la noche. Es tiempo completo sin que se cierre ni
se interrumpa la elaboración.
Jane. ¿A
qué hora empiezan a elaborar el pan?
Josué
Hernández. Tenemos el horario normal que manejan otras
panaderías, que es a las 6 de la mañana. El panadero se cambia, limpia sus
charolas y empieza a sacar la cuenta de cuánto va a revolver de harina porque
luego las revolturas no le alcanzan para las piezas que se le piden, por
ejemplo: si en una revoltura normal salen 150 piezas y las conchas son 210,
entonces tiene que andar midiendo las demás piezas para sacar un cálculo de cuentas
revolturas hacer para que le salgan las que se les pidió. Eso es lo que se hace
al entrar.
Jane. ¿Cuál es el
pan que más se vende?
Josué
Hernández. La concha es la que más se vende y produce, de
ahí le sigue la dona, el chimisclán, el trébol y el cuerno, que es el más solicitado.
Donas rellenas de crema |
Concha de chocolate |
Cuernitos |
Jane. Por esto de
la pandemia, ¿hubo un incremento en los productos que se utilizan para elaborar
el pan?
Josué
Hernández. Al principio de la cuarentena
nosotros estábamos pensando en comprar material para aguantar, pero dos semanas
antes de que empezara, el azúcar, huevo y la harina subieron. Había lugares en
donde la harina llegó a costar $450.00 pesos, el kilo de huevo se fue hasta
$50.00 pesos y como nosotros compramos varios kilos si nos afectó el
incremento.
La caja de 10 kilos
de margarina estaba en $190.00 pesos y ahora está en $300.00 pesos. De harina
nada más estamos comprando 1 bulto, pero normalmente adquiríamos 3, cuando tenemos
buena venta hasta 6 y nos alcanza para toda la semana sin gastar tanto, nos
salen 800 piezas. Y varía porque hay
panes que necesitan más harina que otros.
El pan facelada lleva bastante harina porque se hace la revoltura y para darle forma le tienes que echar harina a cada rato y se gasta más.
Con el huevo
gastamos 2 cajas diarias para hacer la revoltura y los batidos, la caja trae 6
conos, pero va a depender del tamaño que tenga el huevo. De vainilla se gasta 2
litros a la semana, en sal 3 kilos y de azúcar unos 20 kilos al día pero igual
va a depender de que panes lo requieran más. Ya las chispitas y el coco rallado
si acaso se acaban 2 kilos a la semana, y de lo que el panadero le eche. Con el
chocolate son unas 6 pastas, tratamos de no gastarlo mucho porque se quema, el
panadero tiene que ser muy cuidadoso a la hora de derretirlo, porque se tiene
que deshacer uno por uno.
La crema la hacemos
nosotros y lleva maicena de color amarillo, azúcar, huevo y un poquito de vainilla,
de esos sacamos 5 litros que nos alcanza para un día.
Ahora damos el pan
en $5.00 pesos porque antes estaba en $4.00 pesos.
Jane. ¿Y han
bajado sus ventas por la cuarentena?
Josué
Hernández. De hecho, sí y no. Sí, porque hemos
bajado la producción de pan, no elaboramos en gran cantidad, hacemos la mitad. Y
no, porque a pesar de la pandemia, la gente sigue comprando cierto pan. Por
ejemplo, nos sorprende mucho, no esperábamos que la hojaldra se empezara a
vender 2 meses antes de octubre. La verdad pensamos que no iba a estar tan
buena la producción como antes, pero esta buena a lo que se tenía pensado.
Jane. ¿Cómo ha cambiado
el proceso de elaboración del pan?
Josué
Hernández. Hay un cambio muy drástico porque
antes se usaban hornos de piedra, estaban los que se calentaban con un cañón,
eran de petróleo, el pan sabía diferente por el barro o ladrillo; todo dependía
del material con que estaba hecho el horno. Después cambiaron a los quemadores de
gas, pero de todas maneras tú como panadero tienes que saber acomodarlo para
que no se ahogue la flama y dejarlo a temperatura,
te guías por el tacto, es como acá, este horno tenía reloj pero como se
descompuso no funciona, así que solo me queda calcularle.
También depende
mucho del panadero porque cada uno trabaja distinto. Nosotros, a diferencia de
otras panaderías nos sale muy brilloso el cuerno y eso se debe a la forma en
que trabaja el panadero, el de nosotros pinta muy bien el cuerno. Otra está en la forma de hacer el feité, hay
quienes hacen el taco con otro tipo de sabores y de diferentes tamaños.
Jane. ¿Qué es el
feité?
Josué
Hernández. El feité está hecho a base de una pasta
de hojaldre como pueden ser: el cono, el mil hojas, la empanada, el taco, la
oreja, las canastas, las banderillas, el cuadro, el duque y los rieles.
Cono relleno de crema |
Empanada rellena de crema |
Jane. Y ya que el día de muertos está a la vuelta de la esquina, no dudamos en saber más acerca de un pan tradicional que se consume en los hogares mexicanos y uno de los elementos principales que no puede faltar en nuestro altar, es el pan de muerto también llamado hojaldra, un pan particular que únicamente se prepara en estas fechas.
Jane. ¿En qué mes
empiezan a fabricar la hojaldra?
Josué
Hernández. En septiembre, las elaboramos 2 veces por
semana, primero sacamos la hojaldra normal, llegando el 20 de octubre hacemos
la hojaldra de nuez y la de chispas de chocolate, y muy rara vez elaboramos las
de azúcar, al menos que el cliente nos la pida.
Jane. ¿Cuántas
hojaldras elaboran en un día?
Josué
Hernández. Depende de cuentas revolturas pida
el patrón pero más o menos al día salen 200 piezas.
Hojaldra |
Jane. ¿Qué es una
revoltura?
Josué
Hernández. Es la cantidad que se le echa al
cazo, está puede ser de 10 kilos y va a depender de cuanto es lo que pida el
patrón y cuanto es lo que aguante la máquina en revolver porque no siempre se
revuelve lo mismo, ya en una revoltura de 5 kilos salen más o menos unas 64
hojaldras, todo va a depender del tamaño que le quiera dar. Entre la hojaldra
de almendra y chocolate salen 160.
Jane. ¿Qué
hojaldra se vende más y qué precio tienen?
Josué
Hernández. La que más se vende es la normal y la de nuez
pero eso ya depende del gusto del cliente y de cuanto quiera pagar. La más cara
te cuesta $19.00 pesos, de ahí viene la de chocolate y nuez en $15.00 pesos y
la normal en $12.00 pesos.
Jane. ¿Cómo es la
elaboración de la hojaldra?
Josué
Hernández. La hojaldra lleva harina, huevo, mantequilla,
levadura, azúcar, ajonjolí y sal. El pan de muerto que nosotros elaboramos es
de tamaño grande es por eso que la horneamos a unos 170 grados. En algunos
casos ocurre que el pan solo agarra color pero por dentro está crudo, lo sacas
y se poncha, para que crezca el pan tienes que dejar que fermente la levadura
para que crezca el migajón. Tienes que darle tiempo y temperatura porque si no
se echa a perder.
Con tus masas y la levadura pasa
algo similar, echas tu primera revoltura y si sientes que la masa está muy
suelta es porque la levadura no tiene fuerza, entonces le tienes que echar más
para que crezca y ya no le puedes poner más levadura porque se quema y el pan
ya no sirve, esos son unos tips que te puedo compartir.
Jane. ¿Qué
comentarios reciben de la gente que degusta su pan?
Josué
Hernández. Principalmente nos comentan que nos queda muy
bueno el pan de dulce y la crema. El pan les dilata mucho tiempo, tengo
una clienta que viene de lejos y dice: “Joven, yo vengo de Loreto y por allá
hay muchas panaderías pero la verdad no sabe igual y si los voy a comprar me
limito porque el pan se pone duro, y el de ustedes yo lo compro y me dilata 3
días, por eso vengo hasta acá.
De hecho tenemos
varios clientes que vienen de lejos y cuando se les presenta la oportunidad de
venir llegan a la panadería. Tengo un cliente que viene de Tecamachalco y cada
que pasa se lleva como 20 piezas.
Pero también hay
clientes que nos dicen: ¡oiga, joven, está torta está cruda! y no es que esté
cruda es que no le dieron más tiempo para que se cociera.
Jane. Hablando
del pan de torta, que es uno de los panes que más se consume del diario,
quisiera saber… ¿Cuántos panes de torta se venden diario y que variedad hay?
Josué
Hernández. Nosotros vendíamos 500 tortas diarias pero
con esto de la pandemia ahora solo despachamos 180. Contamos con la torta de
agua que es más doradita y la de manteca que es lisa.
Jane. Y entre esas
dos tortas, ¿cuál se vende más?
Josué
Hernández. Se vende más la de agua pero varía mucho, hay
a quienes les gusta más de agua y a otros les gusta la de manteca. Normalmente
nos las compran para hacer torta de jamón. Te diré que tenemos clientes de
algunos puestos de comida. Hay un restaurant que vende cochinita pibil, ellos
por ejemplo, me piden las de manteca porque están grandes y hace que sus platillos
se vean bien.
Jane. ¿Qué precio
tienen las tortas?
Josué
Hernández. Las dos tienen el mismo precio, que es de $2.00
pesos, en otras panaderías las dan en $2.50 pesos.
Jane. ¿Qué
diferencia hay entre ustedes y otras panaderías?
Josué
Hernández. Te puedo decir que en otras no le echan bien
los ingredientes. Pero es verdad que reducen el azúcar o no le ponen, hasta
echan el huevo podrido y ya nada más le ponen vainilla para que se reduzca el olor.
Como diría
mi papá: “De
este pan también nosotros comemos y lo hacemos bien para que la gente lo
disfrute. Damos un buen precio al público”.
Limas |
Jane. ¿Se vende
igual que antes?
Josué
Hernández. Antes las panaderías hacían producciones
exageradas de pan, en la actualidad hay mucha competencia porque en muchos
centros comerciales y tiendas de conveniencia venden pan; por lo mismo ahora
las panaderías tienen hornos pequeños.
Jane. ¿Nos podrían compartir una anécdota que haya pasado en la panadería?
Josué
Hernández. Algo que nos pasó este año fue con la rosca
de reyes, la verdad es que no pensamos que se fuera a vender, de hecho la gente
tuvo que hacer fila hasta las 11 de la noche para adquirirla, cosa que nunca
había pasado. Teníamos a dos panaderos haciendo las roscas y los demás
envolvíamos y despachábamos a la gente.
Cerramos temprano, nada más
esperamos a unos clientes que llegaron al último y ya no encontraron. Nos
dijeron: “Nos gusta mucho su rosca, vamos a
esperarnos, ustedes díganos a qué hora pasamos”, pero nosotros desde las 8 de
la noche ya no estábamos haciendo pedidos porque íbamos a tardar más tiempo en
hacerlas y se nos fueron como 15 clientes. En esa ocasión hicimos más o menos
1,500 roscas.
El año pasado pasó una situación
similar con las hojaldras, llenamos 3 canastos grandes más los mostradores. En
total tuvimos una producción de 13,000 que abarcó del 27 de octubre hasta el 2
de noviembre.
Jane. Y antes de
saborearnos un delicioso pan… le preguntamos al panadero de “La gran Sofía”,
¿Cómo fue que se interesó en esté oficio?
David Pérez.
Por mi
familia, mi abuelo era el que inicio con la elaboración del pan y yo veía como
los repartidores pasaban por mi casa a dejar el pan y la gente se amontonaba,
pero en ese momento no me llamo la atención, nunca me acerqué y ni mi abuelo me
enseñó. Después nos fuimos a vivir a otro lado, yo estaba estudiando y la
situación no era favorable económicamente.
A la vuelta de mi casa había una
panadería, una de mis tías compraba tortas ahí y le preguntaron si no conocía a
un muchacho que quisiera trabajar, entonces yo fui, me entrevisté con el dueño
y me preguntó que si yo podía ayudarle a repartir, me llamó la atención porque
yo ya había visto como lo hacían, me dio el trabajo y cuando yo terminaba mi
chamba, me metía a ver como trabajaban los panaderos, vieron mi interés y me
dieron más trabajo. Ya estaba todo el día en la panadería, así que me empecé a
quedar y más que por afición era por trabajo, y parte de lo que ahora sé es
gracias a ese empleo; todo lo que te cuento inició cuando tenía 14 años.
Más que por aprender, nació por
necesidad. Lo vi como una muy buena opción, ya que mi familia viene de
panaderos y pensé que más adelante podría abrir una panadería.
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